Quiero noches de completo silencio en las que los dos nos ensimismamos en nuestros pensamientos o nuestro libros, y luego, tras un beso, una mirada y cero palabras, nos dormimos abrazados y soñamos que dormimos abrazados.
Quiero noches de susurros en las nos leemos el uno al otro, bajo, poesías, novelas, cuentos o el periódico, mientras el que lee acaricia con sus palabras al que escucha, y luego, tras un beso, una mirada y un "te quiero", nos dormimos uno sobre el otro y soñamos que dormimos uno sobre el otro.
Quiero noches de palabras en las que sacamos los corazones del pecho para hablar hasta desangrarnos, y luego, tras un beso, una mirada y un "gracias", nos dormimos escuchando los latidos acomodados de nuevo en su lugar, y soñamos que dormimos juntos y arrullados por un dulce "tun tun".
Quiero noches de música y luz, de gente y humo, en las que unimos nuestros cuerpos para bailar y nuestras voces son dirigidas a esos otros que nos acompañan y son testigos de nuestro amor, y luego, exhaustos, tras un beso, una mirada y un "te respeto", nos dormimos con las cabezas apoyadas la una en la otra y soñamos que dormimos con los sueños unidos.
Y quiero noches de gemidos y palabras inconexas, de suspiros y gritos ahogados, de frases traducidas a caricias y besos, de cuerpos húmedos y pensamientos empañados, y luego, tras un beso, 100 miradas y un "te amo", dormimos con nuestros cuerpos cruzados y soñamos que seguimos haciendo el amor.
¿Y quien no quiere noches asi? Pero es tan dificil encontrar con quien compartirlas...