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Tengo el cuerpo cansado, adolorido, me descubro músculos que no sabía que existían, y me duele allá donde el cuerpo deja de ser cuerpo, y las cosas dejan de tener nombre...
Me duele el alma, me duelo yo, me duele el recuerdo, la memoria, la no-memoria, y las pesadillas, me duelen también los sueños, los suspiros, mis uñas recién pintadas, y el cordón con el que se amarra mi pantalón.
Me duele todo... todo lo que ahora está lleno de ausencia, de ausencia de él a quién todavía no puedo perdonar por haberme dejado, de ausencia de ti a quien puedo perdonar sólo a medias, te perdono con la razón, con mi yo pensante e "inteligente" que dice entender los motivos que tienes para abandonarme, la otra mitad no te perdona, esa te odia un poquito, a esa le valen madre mis razones, tus motivos, las responsabilidades, porque esa mitad no piensa, esa mitad sólo siente, y ahora, ahora, ahora, no siente nada porque no la tocas, no la besas, no la abrazas, porque no te escucha, porque no te tiene... esa te odia, pero sólo un poquito, poquitito...
Intento decidir que hacer con mi dolor, remojarlo en agua caliente y luego fría y luego caliente hasta que el agua me traiga el sueño, o dejarlo reposar bajo las sábanas frescas hasta que se me adhiera a los huesos...
Intento decidir que hacer con lo demás...
cada día lo haces mejor :).
esta entrada me dejó simplemente sin palabras. cuando el cansancio te venza serás capaz de dorrmir. mientras esa parte que lo odia sólo un poquito poquito necesita curarse...