Estoy bien, claro que estoy bien, casi todo el día estoy bien, se me olvida, logro distraerme...
Pero entonces llega la noche, y allí en mi cama ya no hay nada que hacer al respecto, se me viene todo encima y lo siento como un gigante echado sobre mí, que no me deja mover, ni respirar, y que me exprime el cuerpo y hace que comience a derramarme por todas partes... es cuando no puedo dejar de llorar... y no importa si el me llama, o si el me escribe, o si me manda besos o abrazos, porque yo sigo sola en mi cama, solo en mi cuarto, sola en la playa, sola en la noche, sola sola sola, y cada vez más loca...
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